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El aprendizaje cooperativo es una alternativa eficaz para tratar de superar la incongruencia que supone abordar la educación desde una perspectiva individual cuando en realidad se trata de un fenómeno esencialmente social. Se basa en la enorme importancia que en cualquier ámbito educativo tiene la interacción social. En el video, en el que intervienen Elena Gaviria, Anastasio Ovejero, Itziar Fernández y Ángel Gómez, se reflexiona sobre lo que es el aprendizaje cooperativo y sobre el efecto que su aplicación en las aulas supone para el progreso académico y personal del alumnado.

Las oportunidades de interacción que ofrece el aprendizaje cooperativo y las relaciones de simetría que se establecen dentro de los equipos, debido al desempeño de unos roles similares y un nivel de responsabilidad equivalente, hacen que esta modalidad organizativa presente unas características muy concretas que la diferencian claramente tanto de la estructura individualista como de la competitiva 

Características del aprendizaje cooperativo

No es lo mismo el tradicional trabajo en grupo que el trabajo en grupo cooperativo: todo aprendizaje cooperativo es aprendizaje en grupo, pero no todo aprendizaje en grupo es aprendizaje cooperativo.

Formar un grupo y decir a sus integrantes que trabajen juntos no significa que deseen ni sepan hacerlo. Por eso, no se puede esperar nada mágico en el simple hecho de sentar juntos varios alumnos y alumnas. Más aún, un grupo puede llegar a ser destructivo si no está convenientemente estructurado.

La inclusión educativa es mucho más que la integración escolar y se opone frontalmente a los conceptos y a las prácticas de exclusión y separación. Si previamente se ha excluido del grupo clase al alumnado considerado "diferente", no se puede afirmar en ningún caso que dichas aulas sean inclusivas.

El reto de la escuela actual es crear aulas cada vez más inclusivas donde pueda aprender junto todo el alumnado, por muy heterogéneo que sea. Hay que pasar, por tanto, del aula tradicional, donde todo el grupo hace lo mismo y en los mismos momentos, a un aula participativa y cooperativa. Para ello hay que tomar decisiones en diversos ámbitos y estructurar la clase de tal modo que se permita al alumnado trabajar conjuntamente, de forma coordinada,  para resolver tareas académicas.